Una breve historia de la lengua española

Del Tíber más campesino surgió

su díscola corriente.

Era remolino espurio

y palpitante;

un contubernio con acuíferos iberos,

inclemencias germánicas y albercas

mudéjares.

Sus aguas procelosas

aspiraban y propulsaban

a celtas y vascones,

colmando fértiles valles

encerrados en sierras estériles;

hasta que en latifundio de latinajos

reposó su fluido santificado.

Los dioses del destino la arrastraron

y entrelazaron su espuma sonora

a los puertos.

Más allá del océano;

las olas anárquicas, clericoides, sintácticas…

envolvían sus palabras

con gemidos inocentes

a golpe de crucifijo y puñal.

Y es hoy que su marea perenne

e inagotable

me hace hablar a través de ella.

La escucho deslizarse

entre las nubes,

me acompaña hasta lo lejos.

Se precipita ruidosa,

me interpela en las calles

regando charcos

de ingenio y yo, la sorteo, asustado,

pues la arenga inquisidora

es su reflejo.

https://www.youtube.com/watch?v=w_b7B4Gigwk